“No
lloren por mí, porque ahora soy libre; estoy siguiendo el sendero que Dios me
ha señalado. Tome su mano cuando oí su llamado. Di la espalda y lo deje todo.
No me pude quedar ni un día más a reír, a amar, a trabajar o a
jugar…..”. Estos son algunos de los versos escritos por este gran artista
dominicano Carlos Quezada que ha partido a una mejor vida, victima de leucemia.
He aquí el texto que ha dejado para nosotros antes de su partida:
“Esta foto no busca ni
pretende expresar un sentimiento de auto compasión, tristeza o pena. Retrata
uno de los instantes de mayor fragilidad física que he tenido que enfrentar,
pero no representa de ninguna manera depresión o debilidad emocional. Dicho
esto, quiero que la mires desde otro punto de vista, mírala con alegría y con
la paz que concede la fe. ¿Que si me dolía la espalda? Claro! Ese fue el primer
motivo, pero en lo personal, cuando miro la foto solo veo un cuerpo que ora y
le hace reverencia a una nueva Oportunidad, por eso me gusta tanto! Desde hace
algún tiempo venía haciéndome la pregunta de qué es lo mas importante en la
vida; me lo preguntaba mientras manejaba, en mi casa, a mi novia o a cualquiera
en el momento en que la duda venía a mi cabeza. Durante mucho tiempo he puesto
toda mi energía, o al menos eso he intentado, en dedicarme al arte de escribir
canciones, al canto y la actuación, pero desde hace cierto tiempo y como una
luz intermitente en la nave de mi vida, esa pregunta era recurrente. Yo tenía
una cierta idea de cómo responderla pero en cierta forma no la quería ver, eso
pasa porque los ojos se pierden fácilmente en el laberinto de la vanidad y la
negativa a soltar el timón y querer controlarlo todo. Algo totalmente absurdo
sobre todo cuando tu vida es un caos.
Lo cierto es que Dios busca la forma de responder este tipo de preguntas… y LO HIZO! A mediados del año 2014 me encontraba rodando una película en Pedernales, después de una semana filmando, sentí lo que parecía ser una pequeña lesión en la parte inferior de mis encías, la cual, como digno hijo de mi madre, me auto mediqué… y me curé! Pero no pasaría mucho tiempo para que surgiera una amigdalitis extraña y luego una nueva lesión que fue la detonante de mi enfermedad.
Lo cierto es que Dios busca la forma de responder este tipo de preguntas… y LO HIZO! A mediados del año 2014 me encontraba rodando una película en Pedernales, después de una semana filmando, sentí lo que parecía ser una pequeña lesión en la parte inferior de mis encías, la cual, como digno hijo de mi madre, me auto mediqué… y me curé! Pero no pasaría mucho tiempo para que surgiera una amigdalitis extraña y luego una nueva lesión que fue la detonante de mi enfermedad.
Dejé a mi padre desconcertado
y triste en Constanza, recuerdo haberle dicho, “no tengas miedo que yo tampoco
lo tengo y no importa lo que esto sea, lo enfrentaremos. Allí empezó mi
peregrinar por clínicas de Sto.Dgo. y entre agujas, antibióticos y un liquido
sospechoso rojizo, empezó un proceso de quimioterapia, el cual me tumbó el
cabello y oscureció mis venas. Sin embargo, nunca tuve miedo y estoy muy
agradecido de Dios por eso. La fortaleza que he tenido durante todo el proceso
no pudo venir de otro lado que fuera el inmenso amor de Dios, su misericordia y
promesa, la cual escuché claramente a las 3 de la mañana, uno o dos días
después de mi 2da sesión de quimio. La voz me dijo ” sigue con el tratamiento
que to te voy a curar y luego la escuché mencionar el num “4”, ahora sé que
hacía referencia a las 4 sesiones de quimio que tenía programadas. Esa noche me
levanté y caminé hacia el baño, crucé la puerta de la habitación; por suerte mi
hermano Alfonso se levantó de la cama después que mi madre ” pegó el grito”
para luego levantarme a mi… llamaron a la Doctora y, por decreto, terminé
interno una semana. Así fue como fui descubriendo qué es lo más importante,
encontraba la respuesta a mi pregunta: Dios, la familia, los amigos y vivir una
vida con alegría, con más esperanzas, tener metas pero desechar las esperas
angustiosas, ser agradecido. Hay que poner a Dios ante todas las cosas, no
olvidarse de él como yo lo había hecho hasta entonces y entender que me ama,
que nos ama por encima de todo lo demás. Por eso me reveló su palabra en una de
esas duras noches en la clínica. Llegó de golpe a mi mente Efesios 2, 1-5… yo
no sabía que había escrito en esos versículos pero en ellos encontré paz,
muchas lagrimas… bendición, redención. Después de Dios esta la familia y yo
había cambiado mucho con ellos, me di cuenta de que son como un gran ramo de
flores de muchos colores pero yo tenía mucho tiempo mirando solo las espinas y
esa actitud a mi ” no me luce” porque siempre he tenido puertas abiertas, las
de sus corazones y las de sus casas, ellos han sido mi mayor apoyo en todo el
trayecto.
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Luego están los amigos, yo no
sabía que tenia tantos amigos y gente que me aprecia y me valora e incluso
gente que no conozco pero que formaron parte de las estrellas que iluminaron
mis noches más oscuras. Muy buenos amigos y gente que aun no conozco me dieron
su sangre y sus plaquetas (soy casi un vampiro), y estoy aprendiendo a
valorarlos más a todos. Yo he estado corriendo tras el éxito que me ofrece el
mundo pero había pasado por alto las cosas realmente importantes, sin ellos
todo se derrumba. He empezado a ver la vida con mas optimismo, ahora levanto la
cortina para que entre el sol, estoy mirando con nuevas energías el presente,
agradeciendo todo lo que tengo y que quizás ni merezco, pero por gracia me ha
sido concedido.
He aprendido mucho sobre el
cáncer pero aprendí mas sobre el amor, mis amigos me pagaron con sangre su
amistad jeje, agradezco las oraciones de todos y sobre todo las que salieron de
aquellos corazones anónimos pero que levantaron sus manos por mi, agradezco el
amor de mis padres, mis 3 hermanos y mis demás familiares (especialmente tia
sharo) el amor y el aprecio de mis amigos cercanos pero amigos al fin y al
cabo, el amor y la entrega total de una mujer que se ha convertido en un ángel,
mi dulce Valery. También descubrí que no necesito tanto como creía, aunque con
todo este cariño que agradezco infinitamente, me siento como decía un amigo
constancero: “querido en todo ei mundo y grab paite de l’entranjero” haha.
Gracias a Dios y a ustedes.